Estoy casi a punto de finalizar la obra de Stephen King, “Apocalipsis”. Por si nunca han escuchado de este libro les doy la sinopsis: Esta narración cuenta cómo un virus gripal se extiende por Estados Unidos y provoca la muerte de millones de personas. Los sobrevivientes tienen sueños comunes, en los que aparecen una anciana y un hombre joven.
Es una historia donde los personajes tienen sueños con el “bien” y el “mal”, y tienen que elegir a qué lado pertenecen. Aunque este hecho es bastante supernatural, uno de los personajes tiene una teoría que me consiguió intrigarme. En el libro, Glen Bateman es un maestro de sociología muy sabio que siempre tiene teorías sobre lo que puede pasar en el futuro y lo que cada hecho que sucede puede significar.
En una plática casual con Stu Redman (otro personaje), Glen habla un poco sobre una teoría que tiene sobre los sueños
Glen comenta que piensa que los sueños son como una descarga emocional que tiene el ser humano, y que las personas que no sueñan u olvidan lo que soñaron al despertar viven “reprimidos” por no poder eliminar toda esa inconsciencia psicológica.
Glen comenta que piensa que los sueños son como una descarga emocional que tiene el ser humano, y que las personas que no sueñan u olvidan lo que soñaron al despertar viven “reprimidos” por no poder eliminar toda esa inconsciencia psicológica.
Creo que esta es una teoría interesante porque, aunque ya sabemos que los sueños son nuestra psicología interna actuando cuando estamos inconscientes, no sabemos mucho sobre si el no soñar pueda tener efectos negativos en nosotros.
En mi caso, yo siempre he soñado. Cuando digo siempre, me refiero a siempre. Es raro la noche que no tenga un sueño, o no recuerde mis sueños. Esto me intriga, ¿Qué tan diferente soy yo de las personas que casi no sueñan?
Hay muchos escritores que dicen que sus personajes les llegaron en sueños, y yo me identifico con eso. Desde los doce años sueño siempre con historias y personajes, y aunque algunos no tienen sentido y son algo tontos, otros son muy interesantes y sirven para una historia bien desarrollada.
Durante mucho tiempo sentí que mis historias eran una farsa, porque yo no las creaba activamente, siempre soñaba con la idea principal. Estoy comenzando a sentirme menos así, ya que al final los sueños son una creación mía, ¿no? Inconsciente o consciente soy yo inventando estas historias.
Me surge otra pregunta, ¿Qué tan diferente son los escritores que sueñan de los que no sueñan? Yo no cambiaría mis sueños por nada. A veces las historias son tan interesantes que me enoja despertar, y si creo que es algo triste no soñar, no experimentar ese mundo imaginario que se siente tan real. Pero al final la gente que no sueña no sabe de lo que se está perdiendo, así que cada uno con lo suyo.
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